Hoy os traigo uno de nuestros juegos que no deben faltar en cualquier hogar y aula que se precie, las botellas sensoriales. Un recurso muy barato y útil para el aprendizaje y estimulación de los más pequeños o incluso ¡para los más grandes! Con estas botellas está garantizada la observación y la diversión.
Papuliki se divierte con sus botellas sensoriales
Pero ¿qué son las botellas sensoriales?
Son botellas vacías de plástico rellenas de diferentes materiales, pueden ser sonoras o silenciosas. Se pueden utilizar:
-Para mostrar una temática; por ejemplo podemos realizar una botella sensorial rellenándola de flores y agua para poder explicar la primavera.
-Para explicar algún aprendizaje; por ejemplo rellenar la botella con alcohol, aceite y agua y ver las diferentes densidades de los materiales.
-Simplemente por diversión, aunque está claro que esto implica también una gran estimulación del pequeño y un aprendizaje. Por ejemplo el pequeño puede observar si la botella suena, si los materiales flotan, los diferentes colores etc.
¿Cómo se hacen?
Son sencillas de hacer, puedes hacerlas tú o con los peques.
Yo utilizo botellas de refresco de Solan de Cabras (50ml.) porque no tienen marcas en la superficie de las botellas y además se estrechan en el cuello, ideales para los más pequeños porque podrán agarrarlas con facilidad. Pero también podemos utilizar cualquier botella vacía. Personalmente para empezar me gustan todas iguales pero luego se puede añadir diferentes tamaños de botella para introducir conceptos matemáticos.
De momento hoy hemos hecho cuatro botellas divertidas/silenciosas, utilizando en todas ellas agua.
Cuatro botellas sensoriales para bebe de 10 meses |
La primera la llenamos de gomitas de colores, se mueven lentamente al agitar la botella, además vemos que hay algunas que flotan y otras se hunden.
La segunda lleva limpiapipas de colorines que he enrollado. Papuliki siempre rueda esta botella, parece que le gusta ver moverse los limpiapipas en espiral.
La tercera lleva pompones de colores de diferentes tamaños que suben y bajan si agitamos la botella.
La última que tenemos la hicimos utilizando aceite de bebe, colorante alimentario azul y un pompón amarillo. Podría ser una botella también temática sobre el mar. A Papuliki le encanta agitarla porque se mezcla como si fuera una lámpara de lava.
Las botellas siempre las debemos de colocar al alcance de los peques, yo las suelo colocar en la estantería, por lo que puede coger la que quiera en cualquier momento. Otra opción es presentarlas en una cesta y dejarla también a su alcance.
Mi idea es ir añadiendo poco a poco más botellas para que sigan experimentando con ellas y descubriendo nuevas sensaciones.
Un recurso económico y educativo al alcance de todos.
¿Te animas a realizar una?
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