martes, 5 de febrero de 2019

¡LA MÁQUINA DEL TIEMPO FUNCIONA!

Algunas familias ya sabéis que hemos estado construyendo durante estas semanas una máquina del tiempo para ello hemos utilizado lo último en tecnología, cartón, pintura, tapones de colores...¡y mucha imaginación! Os enseño el proceso porque todo está colocado con un gran detalle, las ideas iban surgiendo de algunos niños de la clase que decidieron incluso el lugar de la puerta, yo lo quería poner en un lateral pero al final me convencieron porque decían que había que ponerla más grande por si queríamos meter a algún dinosaurio para que nos visitara.

La caja de la estantería nueva da para mucho.


Idearon poner algo negro para que fuese más chula.

La mujer de la limpieza me debe odiar jejeje

Clasificando tapones, perdón los botones de programación de última tecnología.

¡Qué duro trabajo! 

Pegando los botones de programación temporal.

Así quedó la máquina por delante. 

La puerta con su cierre y abertura de seguridad.


Hoy ya sabían que íbamos a hacer funcionar la máquina del tiempo, porque ya estaba lista. Los niños han ido saliendo a la zona de la máquina para dar a los códigos de colores que teníamos escritos. "Pulsa todos los botones verdes", ahora pulsa "todos los botones azules", menudo lío con los botones azules porque había botones claritos y otros azules oscuros y nos faltaba uno y no sabíamos cuál era así que la máquina no funcionaba, pero al final después de programarla bien llegó el momento de meterme dentro de la máquina. 
Apretando los botones, pensar antes de pulsar muy importante.

 Yo les había contado que iba a tardar   unos segundos y que quizá saliese vestida diferente, anticipé lo que iba a ocurrir por si acaso alguno se asustaba. Así que yo me metí con mi bata de seño y dentro dije al encargado ¡pulsa el verde! Después otra niña dijo ¡pulso el rojo seño para que vengas!, para no descontrolar la clase dos vigilantes se pusieron a vigilar que nadie se levantara de la alfombra y que la niña encargada de pulsar el rojo me trajese de vuelta.  Creo que no llegó al minuto y ¡tachán! ya estaba totalmente disfrazada de cavernícola. Vamos ni el mejor ilusionista lo podría hacer mejor que yo, quitarse la bata en 30 segundos dentro de una caja que no te puedes casi ni mover jajaja. 
¡Menudas caras se les quedó al verme de cavernícola! todos abrazados a mi diciéndome algunas cosillas como estas:
-¿Pero de qué vas profe?
-Mi madre tiene un vestido parecido que se lo regaló mi tía. (Vaya que es la época que se llevan estos modelitos por la calle jajaja "animal print")
-Profe yo quería que salieses de Elsa.
-Madrecita aquí hay lío.
-Pero ¿qué has visto? ¿quién te vistió así?

La seño de cavernícola

Después del lío que monté llegó la hora de sentarnos y les conté que había viajado en el tiempo y que había ido a la Prehistoria, que es justo antes de que los hombres empezaran a escribir. A lo que un niño me dice ¿Pero no lo has grabado con el móvil? jajaja Y en fin era lo que tenía en mente enseñarles lo que había visto grabado en primera persona, les conté que iba saltando en el tiempo, que al principio los hombres eran muy feos como los monos, y que los que me habían vestido así eran los hombres de Neardental,  que los austrolopithecus cuando se iban a dormir se quedaban a oscuras porque no tenían luz, a lo que una peque me dice ¡pues que enciendan una vela!, y le dije que ellos  no conocían el fuego. Casi una hora hablando de la prehistoria y por supuesto les mostré el vídeo que había grabado en mis saltos por el tiempo. Os lo dejo a continuación para que lo disfrutéis en casa. 


                                   

Pero como buen proyecto algo tenía que pasar y es que resulta que durante mi viaje conocía a un amigo que se llama "Ungu", es que los hombres prehistóricos no hablan como nosotros. Parece que ha perdido un animal, algo así parecido a un tigre o un gato con dientes muy largos. Una niña ya sabía hasta el animal que era jajaja pero me hice un poco la despistada. Por lo tanto comenzaremos la investigación para que podamos ayudar a Ungu a encontrar a su amigo. También salió el tema de la excursión a Arqueopinto y fue una auténtica locura de emoción por ir. 

Y por último ahora parece ser que me pasa algo rarísimo si me doy con el garrote en la cabeza me vuelvo totalmente prehistórica y no se ni que los papeles van a la papelera jejeje. Me tengo que volver a dar para volver a ser una seño normal. Menudas risas hemos pasado, me queria comer una mochila jajaja algún niño lloraba de la risa y todo. Es que claro en la Prehistoria no había mochila y claro la mochila tenía pinta de estar buenísima. 

Me encantó el día por cierto 2 caritas sonrientes puede ser que el jueves lleguen todos pintados a casa. 

Hasta mañana.¡Sean felices!




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