martes, 27 de marzo de 2018

EL REGRESO DE ANACLETO.

Ya llegó el fin de trimestre y esta semana hemos puesto punto y final a nuestra misión. Tras la salida a Yebes nos faltaban algunas actividades para seguir conociendo más profundamente el Universo. 
Una de las actividades más interesantes ha sido la actividad de los cohetes, hemos dedicado un tiempo ¡a restar!, estos niños son increíbles. Después de colocar los cohetes del uno al diez, hemos colocado también la misma cantidad de dedos con los números correspondientes. La cosa se ha complicado porque cada cohete llevaba un número determinado de cargas, pero para que el cohete funcionara debía llevar la misma cantidad de cargas que el número que llevaban escrito. Por ejemplo el cohete número 5, llevaba inicialmente 3 cargas...¿cuántas cargas faltan para hacerlo funcionar?.

Identificamos número y cantidad y lo colocamos de forma ascendente


Vaya problemón... algunas cargas están mal puestas.

Colocamos las cargas que faltan hasta alcanzar el número del cohete.

También terminamos de realizar los planetas, en un primer momento queríamos hacerlo con cola, como el planeta que nos llevó Mar, pero el tiempo se nos tiraba encima y decidimos hacerlos con poliespan junto con la otra clase de 4 años. Ahora ya estamos las dos clases volando como astronautas por el Sistema Solar de los pasillos del cole.

Decoramos el pasillo del cole y nos convertimos en astronautas.

Hemos realizado la obra de "Noche estrellada" de Vincent Van Gogh mezclando acuarela, tempera y ceras, a nosotros nos ha quedado más colorido, no hemos utilizado tonos tan fríos porque han dicho los niños que ese día la luna y las estrellas daban muchísima luz y los colores se veían más alegres. 

También hicimos nuestra propia constelación, entre todos elegimos una de las partes de la Osa Mayor, "El Carro", para nosotros era la más fácil de identificar si miramos al cielo, porque está muy cerquita de la estrella que nunca se mueve que es la estrella Polar. 

Las estrellas en nuestras manos.


Y por fin pusimos punto y final a nuestra unidad. Os pongo en antecedentes por si alguien es la primera vez que nos lee, nuestro esqueleto Anacleto, apareció en enero pidiéndonos ayuda, con el fin de enseñarle los huesos, después de una dura tarea investigando sobre el cuerpo humano y de enseñarles los huesos con ayuda del braille, recibimos un selfie suyo desde el espacio.


Identificamos cada letra con el abecedario del braille.

Cada niño hizo algunas letras poco a poco.
Selfie desde el espacio.
Entre las clases de cuatro y cinco años hemos hecho un cohete, parece que algunos niños y niñas de la clase lo vieron volar el jueves por la tarde, puede ser que director o alguno de los niños de cinco años activaran el cohete y fuera al espacio. El viernes algunos niños escuchamos un ruido muy raro, así que las dos clases de cuatro años nos pusimos a investigar, parecía que el ruido venía del patio. Justo al salir allí estaba el cohete pero ¡qué hacía allí!, todos los niños y niñas muy emocionados comenzaron a gritar porque dentro del cohete parecía que estaba ¡Anacleto!, la seño Miriam y yo ayudamos a Anacleto a salir del cohete y un ambiente de fiesta y locura se apoderó de los niños... abrazos, besos, lágrimas de emoción porque ¡lo habíamos logrado! ¡Anacleto había vuelto desde el espacio!...y nosotros eramos los grandes héroes, gracias a nuestras investigaciones y a la colaboración en grupo, ¡nuestro amigo estaba de nuevo con nosotros! Los niños y niñas besaron y abrazaron a Anacleto, aunque se marchó rápidamente del patio a reponer fuerzas porque estaba muy cansado del viaje espacial y de sus aventuras.  Todavía nos queda pendiente las fotos dentro del cohete pero seguro que se la hacen después de volver de las vacaciones, ya que los niños de 5 años que son los mecánicos deberán comprobar si el cohete ha regresado en perfectas condiciones y mejorarlo para futuras expediciones espaciales, algunos niños ya han dicho que vamos a entrar a la carrera espacial y competir con grandes potencias mundiales, porque somos ¡geniales!. 

                                                    
                         Anacleto y la seño Verónica con todos los niños escuchan algunas aventuras del esqueleto.

                                                       El cohete es muy espacioso por dentro.

¡Qué bien lo hemos pasado investigando juntos! Qué tristeza me da tener que marcharme, algunos niños al llegar Anacleto se dieron cuenta que también me marchaba yo, porque era el final del misterio y les entró muchísima tristeza, me decían -"seño estoy contento porque está Anacleto pero ahora tú te vas y se me rompe el corazón".  Pero yo seguiré dando "guerra" desde mi blog, me queda pendiente subir algún post de matemáticas y nuestra canción de Pica Pica con algunas palabras de despedida y os contaré la fiesta también. 

¡Hasta pronto!


















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